El cuerpo habla, la ciencia responde y el humor acompaña
Introducción
En algún momento de la vida, el cuerpo empieza a enviar señales distintas. No siempre entendemos el mensaje, pero lo sentimos: calores repentinos, cambios de humor, fatiga inexplicable… La menopausia y la andropausia son procesos naturales, sí, pero ¿quién dijo que lo natural no necesita acompañamiento, información y contención?
En este espacio creemos que cada transformación merece ser vivida con conciencia, empatía… y una buena dosis de información confiable. Y si de paso nos reímos un poco, mejor.
La ciencia lo confirma: el cuerpo cambia, y no es solo “la edad”
La menopausia marca el cese de la función ovárica y de la menstruación en las mujeres, producto de una caída en los niveles de estrógenos. Esto puede generar síntomas físicos (sofocos, sequedad vaginal, insomnio) y emocionales (irritabilidad, tristeza, ansiedad).
Por su parte, la andropausia —menos discutida pero igualmente significativa— implica una baja gradual de testosterona en los hombres, con efectos como fatiga, disminución de la libido, cambios de humor y pérdida de masa muscular.
Ambos procesos son parte del envejecimiento hormonal, pero no por eso debemos normalizar el malestar sin buscar recursos que acompañen.
Más allá de las hormonas: lo que no se dice (y que también importa)
La experiencia de estos cambios trasciende la biología. Afecta relaciones, autoimagen, motivación y hasta la identidad. Validar emociones, compartir lo que nos pasa y conocer que hay otras formas de transitar esta etapa, es también salud.
Y ojo: que los calores no te quiten el humor. Si en pleno invierno duermes con la ventana abierta y tu pareja con tres frazadas, tranquilos… no están solos.
Porque no estás solo/a… y reírse también es medicina
La menopausia y la andropausia no son enfermedades. Son transiciones. Y en nuestro espacio queremos que cada quien pueda transitarlas con información, compañía y sin prejuicios.

