Un proceso común, una vivencia única

Ocurre en todas las personas, pero no se siente igual. ¿Por qué? Porque cada cuerpo tiene su historia

El reloj interno que no vemos, pero sentimos

No hay un día exacto en el que el cuerpo diga: “Hoy empezamos la menopausia” u “Hoy comienza la andropausia”. Es un proceso gradual, silencioso, que se va gestando durante años. No es que las hormonas “sepan” nuestra edad, sino que nuestras células y tejidos llevan un registro invisible del tiempo.

Ese registro está escrito en:

  • El desgaste natural de las células que producen hormonas.
  • La acumulación de pequeñas “marcas” en nuestro ADN con el paso de los años.
  • Cambios en la comunicación entre el cerebro y las glándulas sexuales.

Cómo se inicia el cambio

La “bajada de persiana” hormonal no ocurre por un único motivo, sino por una combinación de factores neurobiológicos y de estilo de vida que influyen en la capacidad de los ovarios o testículos para producir estrógenos o testosterona.

Aquí te lo explico de forma clara y ordenada:

Factores biológicos y naturales

  • Envejecimiento del sistema reproductor
    Con los años, las células productoras de hormonas en ovarios y testículos pierden eficiencia.
    • En la mujer, los ovarios nacen con un número limitado de folículos. Con cada ciclo menstrual, ese “almacén” se va vaciando. Cuando queda muy poco, la producción de estrógenos y progesterona disminuye de forma notable y la ovulación cesa.
    • En el hombre, las células de Leydig reducen su actividad. No es un corte brusco, sino una bajada lenta, casi imperceptible al principio
  • Cambios en el eje hipotálamo–hipófisis–gónadas
    El cerebro regula la producción hormonal a través de señales químicas. Con la edad, estas señales se vuelven menos frecuentes o menos efectivas.
  • Alteraciones en receptores hormonales
    Aunque haya algo de producción, los tejidos pueden volverse menos sensibles a las hormonas, lo que amplifica la sensación de “déficit”.

Es un proceso natural ligado a la edad, pero su velocidad e intensidad dependen de cómo vivimos y de nuestra salud general.
Por eso, aunque el mecanismo biológico sea común, la experiencia es distinta en cada persona.

Factores de salud y estilo de vida que aceleran o intensifican la caída

  • Estrés crónico
    Eleva el cortisol, que interfiere con la producción de hormonas sexuales.
  • Alimentación deficiente
    Falta de nutrientes clave (zinc, vitamina D, grasas saludables) necesarios para la síntesis hormonal.
  • Sedentarismo
    Reduce la masa muscular y altera el metabolismo, afectando la producción hormonal.
  • Trastornos metabólicos
    Diabetes, resistencia a la insulina o síndrome metabólico pueden alterar el equilibrio hormonal.
  • Consumo de alcohol y tabaco
    Dañan las células productoras de hormonas y afectan la circulación sanguínea.
  • Enfermedades crónicas
    Patologías hepáticas, renales o inflamatorias pueden disminuir la producción y el metabolismo de las hormonas

Lo importante

Entender que la bajada hormonal no es un fallo, sino una etapa natural, nos ayuda a cambiar la mirada. No podemos detener el reloj, pero sí podemos acompañar el proceso con hábitos que nos den energía, equilibrio y bienestar en casi todos los aspectos de nuestra vida.

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